Historia de Aldeaquemada una pequeña desconocida en Sierra Morena
Iniciamos una serie de artículos en las que queremos acercar a los visitantes a los espacios naturales de Sierra Morena y Despeñaperros en Jaén, desde el enfoque del turismo rural, las pinturas rupestres, la naturaleza y las nuevas poblaciones de Carlos III. Comenzaremos con algunos datos sobre la historia de Aldeaquemada
Aldeaquemada es un pequeño municipio de aproximadamente 500 habitantes de la comarca Norte, de la que ocupa el extremo Nordeste, al que se accede desde la N-IV por una sinuosa carretera local. Perteneciente a la provincia de Jaén, es un municipio eminentemente de montaña, donde el aprovechamiento forestal, la ganadería y la caza mayor y menor son las actividades económicas principales, que persisten con el olivar y el cultivo de herbáceas, con añadidura a la industria maderera y la gastronomía del embutido cárnico de monte. Hoy en día el negocio emergente de turismo rural está situando a éste como una fuente de ingresos importante en la localidad.
Su término municipal es montañoso y encierra innumerables enclaves naturales de interés, destacando la zona de la Cascada de la Cimbarra, declarada paraje natural y Zona de Especial Protección de Aves entre sus abrigos rocosos encontramos manifestaciones de arte rupestre catalogados como Patrimonio de la Humanidad en conjunto con las del arco mediterráneo.
La primera ocupación puede atribuirse a una temprana época de la prehistoria, por el hallazgo de algunos útiles en cuarcitas encontradas en terrazas del Guarrizas y por las abundantes muestras de arte rupestre halladas en todo el término. A este respecto se ha indicado la aparición de cerámica realizada a mano, perteneciente a la Edad del Cobre/Bronce, aunque no se ha identificado ningún poblado debido a la fragosidad del terreno y la abundante vegetación. Aunque nos atrevemos a señalar la presencia de uno de estos poblados en la llamada Plaza de Armas, por los restos constructivos de gran envergadura que aparecen y que se pueden adscribir a la Edad del Bronce.
La impronta de la época romana la valoramos por las vías de comunicación existentes, las calzadas, que en este caso unirían las explotaciones y fundiciones de mineral con las ciudades. Estas calzadas son apreciables en ciertas partes del término municipal. Del mismo modo existen vestigios en las inmediaciones del Puente de La Venta de lo que se cree pudo ser un albergue romano. Por aquí pasaría el itinerario que remontaría la sierra desde donde se tiene fácil acceso a la Meseta.
De épocas posteriores, visigoda y musulmana, tenemos escasas referencias y posiblemente no hubo poblados en el término de Aldeaquemada hasta la época de la Colonización Ilustrada.
En la arquitectura ilustrada de las Nuevas Poblaciones de Carlos III, se produce una integración como principio fundamental del pensamiento arquitectónico, dando importancia de la relación del urbanismo con el medio natural y social como agente de transformación bajo unos principios generales.